Inf. Salud y Viajes

 

 

 

 

 

 

 

VIAJEROS CON ALTERACIONES DE LA INMUNIDAD

 

Cada vez más personas realizan viajes internacionales con fines profesionales, de ocio, de visita familiar o de carácter humanitario. En este contexto de aumento del número global de viajeros, también aumentan los viajeros pertenecientes a colectivos específicos, con características especiales a valorar con el objeto de mejorar las medidas sanitarias de prevención a tomar antes, durante y tras el viaje. Entre estos colectivos se encuentran las personas que padecen algún tipo de déficit en su sistema inmune, ya sea congénito (de nacimiento) o adquirido, que en general no presentan contraindicaciones para viajar, aunque si deben seguir ciertas recomendaciones adicionales y ser siempre conscientes de su mayor susceptibilidad a las infecciones.

Un buen análisis de la causa y el grado de compromiso inmunitario del viajero y del potencial de interacción de las medicinas que pueda estar tomando, así como de los riesgos concretos en el destino elegido, pueden mejorar las decisiones sobre medidas sanitarias de prevención ayudando a disminuir los riesgos. En algunos casos complejos en que los viajeros no puedan tolerar las vacunas o profilaxis recomendadas puede llegar a ser recomendable que se cambie el destino, el itinerario o las actividades previstas durante el viaje. O, si el estado de inmunosupresión es reversible, puede ser recomendable el aplazar el viaje.

El estado inmunitario del viajero es particularmente relevante para las recomendaciones sobre vacunas. Aunque las consideraciones generales de las recomendaciones (como destino y el riesgo probable de exposición a la enfermedad) son los mismos para los viajeros inmunocomprometidos que para otros viajeros, hay que añadir que algunas pueden estar contraindicadas por el problema inmunitario subyacente y que las consecuencias de no administrar una vacuna pueden ser más graves en esta población.

Los viajeros con alteraciones de la inmunidad son un grupo heterogéneo, ya que existen muchas causas subyacentes y muchos grados de alteración consecuente. Algunas de las recomendaciones pueden ser generales, sólo en base a su “estatus” de inmunodeprimidos, pero otras deberán ser específicas, teniendo en cuenta la enfermedad, el tratamiento y el grado exacto de alteración de la inmunidad que conlleve.

Las preguntas básicas en el viajero con alteraciones inmunitarias pueden resumirse en:

1.- ¿Está estable la condición médica subyacente del viajero?

2.- ¿Qué grado de disminución de la inmunidad presenta?

3.- ¿Qué tratamiento conlleva la enfermedad?

4.- ¿Es la enfermedad o el tratamiento que conlleva una contraindicación o disminuye la eficacia de alguna medida preventiva recomendable en el viaje previsto?. Esto incluye posibles limitaciones a algunas vacunas y quimioprofilaxis del paludismo.

5.- ¿Puede alguna de las medidas preventivas recomendables desestabilizar la condición médica subyacente a la alteración del sistema inmune?

6.- ¿Hay riesgos específicos en el lugar de destino que puedan desestabilizar al viajero o que sean más graves en los viajeros inmunodeprimidos?

 

VALORACIÓN DEL GRADO DE ALTERACIÓN DE LA INMUNIDAD

A) Algunos casos de viajeros con alteraciones de la inmunidad se pueden considerar casos leves y ser evaluados como un viajero de inmunidad normal, aunque sin olvidar nunca la condición que les hace más sensibles a la infección y los posibles fármacos que por ella puedan utilizar.

En algunos casos concretos se carece de datos precisos de seguridad, eficacia, interacción entre fármacos, etc. Por este motivo las decisiones deben tomarse siempre de forma individualizada por el médico y el viajero. Es el caso de:

  • Viajeros en tratamiento con corticosteroides si:

- El tratamiento (corto o largo - diario o alterno) es con <20 mg de prednisona o equivalente.

 

Dosis de corticosteroides

 

20 mg de Prednisolona

 

100 mg de Cortisona

 

80 mg de Hidrocortisona

 

16 mg de Metilprednisolona

equivalentes a 20 mg de Prednisona

 

24 mg de Deflazacort

 

20 mg de Triamcinolona

 

2,8 mg de Dexametasona

 

3 mg de Betametasona

-Terapia de mantenimiento (dosis de reemplazamiento)

-Terapia con corticoides inhalados únicamente

-Terapia con corticoides tópicos (piel, ojos, oídos) únicamente.

-Terapia con corticoides infiltrados en tendones, bolsas o intraarticulares

-Si ha pasado 1 mes desde que se utilizaron altas dosis de esteroides (≥ 20 mg por día de prednisona o equivalente durante> 2 semanas. Si el tratamiento fue de menos de 2 semanas puede ser prudente esperar otras 2 para inyectar vacunas vivas).

  • Viajeros HIV positivos con >500/mm3 linfocitos T CD4. [Se debe tener en cuenta el recuento tras el aumento producido por el uso de los medicamentos antirretrovirales, no el de los recuentos de nadir].

  • Viajeros con antecedentes de cáncer que recibieron el último tratamiento de quimioterapia hace ≥ 3 meses y cuyo cáncer está en remisión.

  • Receptores de trasplante de médula ósea desde 2 años después del trasplante, sin tratamiento inmunosupresor ni enfermedad injerto contra el huésped.

  • Viajeros con enfermedades autoinmunes (lupus eritematoso sistémico, enfermedad inflamatoria intestinal, artritis reumatoide, esclerosis múltiple [EM]…) que no estén siendo tratados con fármacos inmunosupresores ni en recaída aguda.

B) La inmunidad se puede ver ya medianamente comprometida en otros grupos de viajeros, en los que habrá que considerarse más detenidamente el riesgo-beneficio de determinadas medidas preventivas, incluyendo las vacunaciones que se puedan aconsejar. Estos grupos son:

  • Viajeros HIV positivos asintomáticos con entre 200- 500/mm3 linfocitos T CD4.

  • Viajeros con EM que han padecido una exacerbación importante (que interfiere con las actividades de la vida diaria). Deben aplazar la vacunación hasta 4-6 semanas después del inicio de la recaída.

  • Condiciones médicas crónicas que pueden estar asociadas con diferentes grados de déficit inmunológico: asplenia, enfermedad renal crónica, enfermedad hepática crónica, diabetes mellitus, deficiencias del complemento

En estos viajeros, con la inmunidad alterada pero no de forma extrema, habrá que prestar especial atención en sopesar los beneficios potenciales de las medidas preventivas frente a los riesgos potenciales, sobre todo con respecto a la vacunación con vacunas vivas (como la vacuna contra la Fiebre Amarilla). No deberán indicarse en general si el riesgo de enfermedad no se considera suficientemente alto (ver Tabla al respecto en el apartado de vacunaciones).

C) Entre los viajeros más severamente inmunocomprometidos es conveniente diferenciar 2 grupos, los no VIH+ y los VIH+

C1) Personas severamente inmunocomprometidas NO VIH + son

  • Pacientes que tienen leucemia o linfomas activos, cáncer generalizado, anemia aplásica, enfermedad injerto contra huésped, inmunodeficiencias congénitas graves, personas que han recibido radioterapia reciente, personas que han padecido transplantes de órganos sólidos o de médula ósea en los 2 años posteriores al trasplante o mientras aún están tomando medicamentos inmunosupresores.

  • Personas que toman alguna de las siguientes categorías de medicamentos:

    • Dosis altas de corticosteroides. La mayoría de los médicos consideran una dosis de> 2 mg / kg de peso corporal (o 20 mg por día de prednisona o equivalente en personas que pesan> 10 kg), cuando se administra por ≥ 2 semanas.

    • Agentes alquilantes (ciclosfosfamida)

    • Antimetabolitos (azatioprina, 6-mercaptopurina)

    • Medicamentos post-transplante (ciclosporina, tacrolimus, sirolimus, mitoxantrona, micofenolato de mofetilo)

    • Agentes anticancerígenos a largo plazo. Se excluye el tamoxifeno, pero si se incluyen los regímenes de metotrexato a dosis bajas semanales, que se clasifican como severamente inmunosupresores.

    • Bloqueantes del TNF (etanercept, rituximab, adalimumab, infliximab)

C2) Personas severamente inmunocomprometidas VIH +: Son aquellos pacientes que presentan recuentos de linfocitos T CD4 <200 o historia de enfermedad definitoria de sida, o manifestaciones clínicas de infección sintomática por VIH.

Estos grupos de viajeros, con la inmunidad altamente comprometida no deben recibir vacunas vivas, debido al riesgo de que la vacuna pueda causar enfermedad sistémica grave. Además debe considerarse siempre que la respuesta a las vacunas en general será peor que en la población con la inmunidad conservada. (Ver Tabla al respecto en el apartado de vacunaciones)

 

CONSEJOS GENERALES, VACUNACIÓN y QUIMIOPROFILAXIS

EN VIAJEROS CON ALTERACIONES DE LA INMUNIDAD

 

Consejos Generales para viajeros inmunodeprimidos

En general se deben mantener las recomendaciones preventivas de cualquier viajero pero siendo, si cabe, más estricto en su cumplimiento. Las enfermedades infecciosas pueden ser, lógicamente, más graves cuanto menor sea la inmunidad que tenga el viajero.

Es fundamental contratar una póliza de seguros médicos que incluya cobertura sanitaria global, emergencias médicas y repatriación. Se debe evitar viajar a zonas adonde los servicios médicos sean malos o inexistentes y viajar bien informados sobre los servicios médicos y su acceso a ellos en el lugar de destino.

Los viajeros infectados por VIH deben conocer que existe una ONG que proporciona una lista de más de 3300 organizaciones en 175 países que participan en el asesoramiento y la atención a personas infectadas por VIH. Esta información se puede encontrar en www.aidsmap.com. También puede ser útil la consulta previa de las restricciones que algunos países imponen a viajeros afectados por esta infección, (que pueden consultarse en esta página Web y en otras similares).

AGUA y ALIMENTOS: Siempre se deben seguir las recomendaciones generales sobre la higiene y control de los alimentos y el agua (ver apartado al respecto). El agua debe tener garantía absoluta de potabilidad y en caso de duda, hasta el agua embotellada debe desinfectarse antes de utilizarla para beber.

Las normas con respecto a los alimentos (cocinados, pelados u olvidados) deben seguirse de forma estricta, sin olvidar nunca que las infecciones que pueden producirse por obviar estas normas son potencialmente más graves cuanto más alterada este la inmunidad del viajero.

En caso de diarrea es muy importante conocer las posibilidades de tratamiento de una diarrea grave y mantener una correcta hidratación pues en el viajero con alteraciones de la inmunidad la diarrea del viajero puede asociar un mayor riesgo, tanto por la mayor susceptibilidad a la infección como por razones más allá de este factor, como serían un mayor riesgo de compromiso de la función renal (p.e: en viajeros que ya presentan cierto grado de disfunción renal o que toman agentes nefrotóxicos, como la ciclosporina) por la deshidratación y la alteración de la función de fármacos que puedan estarse utilizando de forma habitual. No suelen recomendarse antibióticos de forma rutinaria para la prevención de la diarrea en estos viajeros, pero excepcionalmente pueden ser considerados para un período limitado de tiempo si se considera un riesgo particularmente alto en un viajero muy vulnerable.

Por el contrario, todos los viajeros inmunodeprimidos deben llevar en su botiquín de viaje un antibiótico de amplio espectro (como ciprofloxacino, que cuenta, además, con la ventaja de no interaccionar en general con los fármacos antiretrovirales), y estar informados sobre cuando y como tomarlo en casos de diarrea, así como sobre la importancia de la búsqueda de ayuda médica a nivel local si aparecen síntomas de mayor gravedad (fiebre alta, sangre en heces, no respuesta al tratamiento inicial…) o si aparece algún signo de deshidratación (sed, disminución del volumen de orina, sequedad de piel y mucosas) y/o dificultad para reemplazar los líquidos por vía oral (más información en la sección “diarrea del viajero”).

MEDIDAS ANTI-MOSQUITOS: Al igual que en otros grupos de viajeros especialmente sensibles, los viajeros inmunocomprometidos deben ser especialmente estrictos en el uso adecuado de medidas de barrera antimosquitos y otros insectos, posibles transmisores de enfermedades de gravedad. Un claro ejemplo de este tipo de enfermedades es la malaria, transmitida por los mosquitos y presente en la mayoría de las regiones tropicales y subtropicales del mundo, pero existen muchas otras enfermedades transmitidas por insectos. Para prevenir la malaria existe la posibilidad de tomar medicación preventiva pero su eficacia, aunque muy alta, no es del 100% y algunas de las posibles elecciones puede verse impedida por interacciones con fármacos que estén siendo tomados de forma habitual. Estos hechos, sumados a la posibilidad de transmisión de otras enfermedades (como el dengue, la fiebre amarilla, la fiebre de Chikungunya, la fiebre del Nilo Occidental, etc.) hace fundamental el respetar siempre las medidas de control de picaduras. En viajeros con alteraciones inmunitarias las consecuencias de la malaria y de la mayoría de las enfermedades son más graves que en viajeros sin problemas de inmunidad.

Deben buscarse alojamientos con aire acondicionado y/o con pantallas de protección contra mosquitos en ventanas y puertas. El aire acondicionado es un medio muy efectivo para mantener fuera de la habitación mosquitos.

Entre las distintas medidas, ampliadas en los apartados al respecto, se encuentran:

  • Los Repelentes, compuestos químicos que, aplicados sobre la piel, interfieren los receptores químicos de los insectos e impiden que éstos se fijen en la piel para realizar la picadura. Estos productos sólo actúan cuando el insecto se encuentra a poca distancia de su objetivo, es decir, a poca distancia de la piel. En el caso de los compuestos más utilizados y estudiados, como el DEET y el Icaridin no se recomienda ninguna precaución adicional en el uso de repelentes para los niños de cualquier edad, aunque si cierta prudencia en menores de 6 meses, pero pueden utilizarse en las mismas concentraciones y frecuencia de uso que en los viajeros en general. Otros principios activos se recomiendan a partir de los 2 años, sobre todo debido a la falta de datos de seguridad.

  • Otras Medidas como 1) las Mosquiteras, que son un medio excelente de protección personal mientras se está durmiendo, 2) las ropas de protección, que cubran la piel y de grosor adecuado y 3) las espirales contra mosquitos, los difusores de insecticidas (requieren electricidad) y los sprays en aerosol (eficaces para conseguir un efecto rápido)

BOTIQUÍN: El botiquín de un viajero con la inmunidad alterada tiene consideraciones especiales respecto al de un viajero en general, ya que puede precisar fármacos especiales, ya sean los de tratamiento habitual o porque se le indican con motivo del viaje. En ocasiones pueden ser difíciles de conseguir en el extranjero o pueden precisar llevar un informe médico adjunto para justificar su transporte. También es más habitual la prescripción de un antibiótico para el autotratamiento de las diarreas, que en el viajero sin alteraciones de la inmunidad no suele considerarse esencial como parte del botiquín.

Pero, salvo excepciones, deben ser prescritos y manejados bajo supervisión médica, por lo que es conveniente que sea elaborado específicamente con ayuda del médico de familia, del especialista o del médico del centro de vacunación internacional.

 

Vacunación en viajeros inmunodeprimidos

 

En general, se puede decir que las vacunas del viajero están indicadas en viajeros con alteraciones de la inmunidad, incluso de forma más exhaustiva que en viajeros con su inmunidad intacta, pues las consecuencias de la enfermedad pueden ser más graves en esta población. Pero debe tenerse especial cuidado (y en muchos casos existe contraindicación) en la utilización de vacunas de microorganismos vivos atenuados, ya que la disminución en el sistema inmunitario puede dar lugar a que aparezcan reacciones graves. En cuanto a las vacunas inactivadas, no existe un mayor riesgo de enfermedad debida a la vacunación en si, pero si hay que tener siempre presente la posibilidad de que la respuesta a la vacuna no aparezca o sea subóptimas, precisamente por la alteración de la inmunidad del vacunado.

Una de las vacunas más utilizadas en el viajero, la vacuna contra la Fiebre Amarilla (FA), tiene connotaciones especiales en los viajeros con alteraciones del sistema inmune.

 

  • Si el compromiso inmunológico es severo no se debe viajar a destinos que presenten un verdadero riesgo de FA, pero si el viaje es inevitable la vacuna no se debe administrar y habrá que ser especialmente meticuloso en las medidas para evitar las picaduras de mosquitos y llevar un certificado médico de exención de vacunación contra la FA. Hay que saber que éste puede no ser aceptado por algunos países, aunque rara vez no lo es. Si se ofrece la vacunación en destino como requisito de entrada, es recomendable cancelar el viaje y no vacunarse sin garantías de supervisión médica adecuada.

  • Los pacientes con déficits inmunológicos limitados o VIH+ asintomáticos que van a zonas endémicas de FA, pueden generalmente vacunarse contra la fiebre amarilla, siguiendo de cerca la aparición de posibles efectos adversos y conociendo que la respuesta inmune a la vacuna puede ser subóptima y no tan protectora como cabría esperar. Pero si la única razón para vacunar a estos viajeros es el requisito legal internacionales de vacunación (y no una verdadera exposición de riesgo) no deben ser vacunados sino recibir un certificado de exención, con las mismas consideraciones que las expuestas en el apartado anterior.

 

 

Vacunación de Adultos Inmunocomprometidos

 

HIV +
con CD4 ≥200/
mm3

HIV +
con CD4 <200/
mm3 (Inmuno-depresión severa)

Inmunodepre-sión severa
no relacionada con VIH

Asplenia

Insuficien-cia Renal

Hepatitis crónica, Diabetes Mellitus

Vacunas Vivas

Tuberculosis (BCG)

Contraindicada

Contraindicada

Contraindicada

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Gripe atenuada

Contraindicada

Contraindicada

Contraindicada

Uso habitual

Contraindicada

Contraindicada

Triple Vírica (TV)

Recomendada

siempre

Precaución

Contraindicada

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Tifoidea oral (Ty21a)

Contraindicada

Contraindicada

Contraindicada

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Varicela

Uso habitual

Contraindicada

Contraindicada

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Fiebre Amarilla

Precaución

Contraindicada

Contraindicada

Uso habitual

Precaución

Precaución

Vacunas Inactivadas

Haemophilus
influenzae tipo b (Hib)

Considerar1

Considerar1

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Uso habitual

Uso habitual

Hepatitis A

Uso habitual 2

Uso habitual 2

Uso habitual

Uso habitual 2

Uso habitual 2

Uso habitual 2

Hepatitis B

Uso habitual 2,3

Uso habitual2,3

Uso habitual3

Uso habitual 3

Recomendada4

Uso habitual 3

Gripe
(inactivada)

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Encefalitis Japonesa

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Meningocócica
(polisac o conjug)

Considerar

Considerar

Uso habitual

Recomendada siempre

Uso habitual

Uso habitual

Neumocócica

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Polio inyectable(IPV)

 

Uso habitual

 

Uso habitual

 

Uso habitual

 

Uso habitual

 

Uso habitual

 

Uso habitual

Rabia

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Tétanos-difteria

(Td o Tdap)

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Recomendada siempre

Tifoidea inyectable (Vi)

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

Uso habitual

*Uso habitual: Uso como estaría indicado en viajeros sin alteraciones de la inmunidad. *Recomendada siempre: Recomendada a todos los viajeros de este apartado. *Considerar: Se puede utilizar, valorando riesgo-beneficio *Precaución: No utilizar si no se considera riesgo alto.

1 La decisión debe basarse en el riesgo personal del viajero de enfermedad por Hib y la probable efectividad de la vacuna en él. 2 Indicada de rutina para grupos de riesgo. 3Se recomienda valorar los anticuerpos tras la vacunación y revacunar si no hay respuesta o es subóptima (<10 mIU/ml). 4 Se recomienda el uso de una formulación especial de doble dosis o con vacuna adyuvada con MPL® + valorar los anticuerpos tras la vacunación y revacunar si no hay respuesta o es subóptima (<10 mIU/ml).


 

Riesgo de Malaria en el viajero inmunodeprimido

 

El paludismo o malaria es una enfermedad potencialmente mortal frecuente en muchas regiones tropicales y subtropicales. Está causado por un parásito, el Plasmodium, del que existen cuatro especies diferentes, distribuidas de diferente forma según las regiones, siendo la forma más grave generalmente la producida por la especie P.falciparum, que se manifiesta con síntomas variables, como, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor y debilidad muscular, vómitos, tos, diarrea y dolor abdominal; pueden sobrevenir otros síntomas más graves y que condicionan una enfermedad grave e incluso la muerte.

El parásito del paludismo es transmitido por la hembra del mosquito Anopheles, un mosquito que pica principalmente entre el anochecer y el amanecer.

Las recomendaciones generales en la prevención de la malaria de los viajeros con alteraciones de la inmunidad son, de forma genérica, las mismas que para viajeros inmunocompetentes. Sin embargo existen connotaciones especiales a valorar siempre en los viajeros inmunocomprometidos:

- Que los fármacos utilizados para la quimioprofilaxis del paludismo pueden interactuar con los medicamentos habituales de mantenimiento del viajero.

- Que la condición médica subyacente puede predisponer al viajero inmunocomprometido a una forma más grave de malaria.

- Que sufrir una malaria (y su tratamiento con determinados fármacos) puede agravar la enfermedad subyacente.

En el caso concreto de viajeros INFECTADOS por VIH hay que conocer que, además, la infección por malaria aumenta la carga viral de VIH, lo que puede exacerbar la progresión de la enfermedad, aunque no se conoce el impacto real de este hecho en el curso de la enfermedad. No existen datos claros de seguridad y eficacia de los antipalúdicos en viajeros VIH+ que reciben a la vez terapia antirretroviral, pero, a pesar de la escasez de datos actualizados

sobre interacciones concretas, la experiencia práctica no indica en general un alto riesgo de toxicidad o efectos adversos graves cuando se combinan estas dos categorías. La principal preocupación concierne a los inhibidores de la proteasa, ya que son inhibidores del sistema enzimático del citocromo P450, lo que puede afectar a la eficacia/seguridad de la mefloquina o de la atovacuona (no se ha demostrado clínicamente). No es el caso de la doxiciclina,que no se metaboliza por este sistema.

Probablemente en la actualidad la doxiciclina es la opción más recomendable para la prevención de la malaria en viajeros infectados por el VIH en tratamiento con antiretrovirales, pues no existen datos que sugieran interacciones con los posibles regímenes de tratamiento antirretroviral, aunque en muchos casos no existe tampoco evidencia clara de no interacción. En cuanto al uso de otros antipalúdicos, la cloroquina interacciona con pocos fármacos pero está muy limitado el uso por su falta de eficacia en muchos destinos, la atovacuona+proguanil no se recomienda como tratamiento de primera línea (porque existe información muy limitada con respecto a las interacciones medicamentosas), y la mefloquina si ve disminuidos sus niveles en el uso concomitante con algunos de los fármacos antiretrovirales más utilizados.

La siguiente tabla muestra ejemplos de las posibles interacciones entre los fármacos utilizados para la quimioprofilaxis del paludismo y los utilizados como antiretrovirales, pero debido al continuo desarrollo y aparición de nuevos fármacos antiretrovirales, es conveniente comprobar las posibles interacciones en entidades de prestigio, como en la página Web al respecto de la Universidad de Liverpool. (http://www.hiv-druginteractions.org)

 

Interacciones potenciales entre antiretrovirales y antipalúdicos

Fármaco

Antirretroviral

 

Inhibidores de la Proteasa

ITINs

ITINNs

Antipalúdico

Mefloquina

Interacción potencial con todos

No hay datos

Menores niveles de mefloquina con efavirenz y nevirapina

Atovacuona-proguanil

Interacción potencial con indinavir, ritonavir, lopinavir, atazanavir, darunavir, tipranavir

Atovacuona: no hay interacciones
Proguanil: no hay datos

Interacción potencial con efavirenz

Doxiciclina

No hay interacciones

No hay datos

No hay interacciones (valorar posibilidad en efavirenz, atavirine, rilpivirine)

Cloroquina

Interacción potencial con ritonavir

No hay datos

No hay interacciones

Primaquina

No hay datos

No hay datos

No hay datos

ITIN: Inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de los nucleósidos. ITINN: Inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de los nucleósidos.

En los pacientes receptores de TRASPLANTE DE ÓRGANOS también puede existir interacción entre los antipalúdicos y los fármacos usados en los regímenes inmunosupresores que deben seguir. En concreto, la mefloquina, la doxiciclina, la cloroquina y la primaquina pueden aumentar los niveles de inhibidores de la calcineurina (tacrolimus, ciclosporina A…).

 

 

ENLACES DE INTERÉS EN VIAJEROS CON ALTERACIONES DE LA INMUNIDAD

CDC (Centers for Disease Control and Prevention). Travelers’ health. Advising Travelers with Special Needs. Immunocompromised Travelers http://wwwnc.cdc.gov/travel/yellowbook/2012/chapter-8-advising-travelers-with-specific-needs/immunocompromised-travelers.htm

MSSSI (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad). Viajes Internacionales y Salud. Capítulo 9. Grupos de viajeros especiales. http://www.msps.es/profesionales/saludPublica/sanidadExterior/salud/viajesInter/cap9.htm

CATMAT (Committee to Advise on Tropical Medicine and Travel). The Immunocompromised Traveler. CCDR. Volume 33. 1 April 2007. http://www.phac-aspc.gc.ca/publicat/ccdr-rmtc/07vol33/acs-04/index-eng.php

HIV-DRUGS INTERACTIONS (Universidad de Liverpool). http://www.hiv-druginteractions.org/

HIV & AIDS INFORMATION (National Aids Manual: NAM) www.aidsmap.com.